Capitulo 10.

-Niall ven un momento.
-Voy.
Con cada paso que hacía hacia tí, más nerviosa te ibas poniendo. Hasta empezabas a temblar.
-¿Estás bien?-me dijo acariciándome el brazo.-Estás temblando...
-Oh, no es nada. Mh, ¿tienes tu guitarra aqui no?
-Sí, ¿por qué?
-¿Me la dejas y vamos a dar un paseo? Tengo que hablar contigo de una cosa...
-¿Y por qué quieres llevarte la guitarra?
-Hace tiempo que no la toco, y yo ahora mismo no la tengo aqui...
-Oh, claro, la voy a buscar y vamos a dar una vuelta.
Subió al piso de arriba, miré hacia la cocina y Louis me alzó el pulgar como diciendo; suerte. Le correspondí con una sonrisa y bajó Niall con su guitarra.
-¿Vamos?-me dijo
-Sí, sí. Claro.-me giré para ir hacia la puerta.-Chicos, nos vamos a dar una vuelta, nos vemos a la hora de cenar o antes.
-Vale, pasáoslo bien.-dijo Zayn
Abrí la puerta y salimos al patio, lo cruzamos todo hasta que abrimos la puertecita de la valla y empezamos a caminar por la carretera. Vimos un descampado y fuimos hacia allí, se notaba la tensión entre los dos, y Niall para cortar un poco el hielo, se hizo el niño pequeño.
-¡Quién llegue último es una potato!
-¿En serio me va a hacer correr?
-Sosa.
-POTATO QUIÉN LLEGUE EL ÚLTIMO.
Empecé a correr mucho, mucho. Hasta que llegué primera.
-Eso no ha sido válido. Me has chantajeado.
-Claro, claro.-dije ironicamente.
Nos sentamos en el descampado y me dio la guitarra.
-¿Me acompañas con la letra?
-Claro. ¿Qué canción quieres cantar?
-I thought i saw a girl brought to life she was warm, she came around like she was dignified, showed me what it was to cry.
-You couldn't be that girl i adored, you don't seem to know or seem to care what your heart is for... But i don't know her anymore.
-There's nothing left, I used to cry, my conversation has run dry, that's what's going on, nothing's fine I'm torn.
Yo tocaba la guitarra y los dos cantabamos. Le enseñé algunas canciones en español, y él a mi en irlandés, pero había llegado el momento.
-Cantas muy bien.
-Ya me lo dicen, ya... Bueno, a lo que quería decirte era que...
-Ya lo sé. Me lo han contado.
-¿Cómo? ¿Cómo? ¿Quién te ha contado el qué?
-Además, se te nota.
-¿El, el qué?.-me empezaba a poner nerviosa y seguramente estaba más roja que el tomate.
Cada vez se iba acercando más a mi, lo que hacía que el corazón me fuese a mil por hora. Puse sus labios cerca de mi oreja y me susurró;
-Te amo.