diumenge, 13 de maig del 2012

Capitulo 23.

Me despertó el rumor del agua golpeando mi ventana. Me gustaba esa sensación. Era como mi despertador único y personal. Vi una mesa a mi lado, con mi almuerzo y una nota. La nota decía así;
"Mi vida, perdóname por despedirme así, es que no quería levantarte, estabas demasiado dormida y no quería molestarte. Louis me ha ayudado a hacer tu almuerzo favorito, él te conoce más que yo, JAJAJAJ. Bueno, a lo que iba, nos hemos tenido que ir porqué nos han dicho que tenemos que ir a promocionar la gira a USA, quería que vinieras conmigo, de verdad que lo intenté, le dije a Paul y todo, pero me dijo que no. Lo siento muchisimo pequeña, de verdad que me duele mucho. De aqui a un mes te irás y no podré estar a tu lado, pero no llores, te llamaré cada día, te lo prometo. Nos vemos en Barcelona, ¿vale? Te amo."
Cae una lágrima. Otra. Otra más. Ya es imposible controlarlo, tampoco hay forma de remediarlo, se forman pequeñas cascadas que nacen en mis ojos. Bajé al salón, con la carta aún en la mano, ví a las chicas abrazadas, llorando. Es que no podíamos estar así, no sin ellos. Fui hacia ellas y nos abrazamos, me separé de ellas.
-¿Os han dejado una nota a vosotras también?.-les dije
-Sí...-me dijeron a la misma vez
-A ver, calmémonos, estamos en Londres, la ciudad de nuestros sueños.-les dije sonriéndoles para que no se preocuparan por mi.-Era lo que queríamos, ¿no?
-Pero sin los chicos no es lo mismo...-dijo Emma
-Pues mira, fácil, nos vamos a USA y les damos una sorpresa.-dijo Kath
-Kath, tan fácil no es. No tenemos el dinero suficiente para cojer un avión ya mismo e irnos a USA. Además, vete tu a saber en qué parte de Estados Unidos están....-dijo Emma.
-Pues los llamamos, no es tan dificil.-dijo Kath.
Salí de casa, quería estar sola, no quería hablar con nadie. Pero caminando me encontré con Pablo y vino corriendo hacia mí.
-¿Qué te pasa?
-Nada.
-No, nada no, sino no estarías llorando. ¿Qué te pasa?
-Esto.-le dije mientras le daba la carta.
Se la leyó y puso los ojos como platos. Me miró y me dijo:
-¿En serio estás mal por esto? Hay tíos que valen más la pena.
-¿Perdona? Es que no, no te reconozco. No eres el Pablo al que conocí hace dos meses.
-Sí lo soy.
Cada vez se iba acercando más y más a mi.
-Pablo, ¿qué haces?
-Calla y déjame hacer.
Puso su mano en mi espalda, haciendo que me acercara más a él. Al ver la intenciones que tenía me quise apartar, pero no me dejaba. Me empezó a besar el cuello.
-Pablo, ¡para! Déjame. No pongas las cosas más dificiles de lo que ya están.
-Esto es mejorarlas, Alice.
-QUE NO. DÉJAME.
Al final me pude apartar, me fui corriendo hasta casa, no podía parar de llorar. Estos días sin Niall iban a ser peores de lo que me esperaba.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada