Capitulo 4.

Cuando llegamos a Londres, Kath tuvo que despertarme, ya que me había quedado dormida en el avión. Fuimos a buscar las maletas y después a buscar un taxi. El taxi nos llevó a nuestra nueva casa, teníamos piscina y un jardín enorme y precioso. Pagamos al taxista y entramos en casa para guardar la ropa y adaptarnos un poco.
-Chicas, el concierto de los chicos es mañana, pero aún no sabemos dónde tenemos que ir a dar las entradas para que no dejen entrar en la sala VIP-dije.
-Nosé, ya iremos mañana temprano, estoy cansada. Tengo jet lag.-dijo Kath bostezando.
-¿Cómo que jet lag? Si eso sólo pasa cuando vas a USA o a China o Australia-dijo Em.
-¿Soy rara vale?
-No si ya...-dije
El viaje sólo era de dos horas de España a Londres, pero al estar ellas tan cansadas se quedaron dormidas en el sofa, así que yo aproveché para dar una vuelta por el barrio. La verdad, es que era muy acojedor y muy bonito. Me encontré a un niño no muy chiquito llorando con una bici a su lado y fui hacia él.
-¿Te has echo daño pequeñín?-dije limpiándole las lágrimas de la cara.
-Si..
-¿Que te ha pasado?
-Me he caído de la bicicleta..
-Oh, venga, te ayudo a levantarte.
-¿Eres de aqui?
-No, jajaja, he llegado hoy de vacaciones con mi mejor amiga y mi prima. ¿Y tú?
-No, tampoco. Soy de España, llegué ayer con mi hermano mayor, también de vacaciones.
-¡Martín! Deja de molestar a la chica, vamos.
-No, tranquilo, no me molesta, de verdad. Se ha caído de la bici y le he ayudado a levantarse.
-Ah, bueno... No me he presentado, lo siento. Soy Pablo, el hermano grande de este renacuajo.-me dijo con una sonrisa.
-Y yo Alice, pero puedes llamarme Ali-le dije devolviéndole la sonrisa.
-¿Estás por este barrio?
-Sí, viviré por tres meses en esa casa de allí.-le señale la casa.
-Pues ya nos iremos viendo-me sonrió-Nos vamos ya, tenemos cosas que hacer, hasta otra.
Cogió a su hermano por la mano y me quedé mirando cómo se iban, hasta que Martín se giró y me dijo adiós con la mano. Ese niño era adorable. Me fui ya para casa, cuando llegué me caí rendida al sofa y también me dormí. Mañana iba a ser un día estresante, pero el mejor de nuestras vidas.