Capitulo 29.

En media hora terminó de plancharme el pelo y bajamos al salón, todos nos estaban esperando, subimos a la furgoneta de Louis y claro, al ser 8 no cabiamos, pero Kath se subió encima de Harry y yo encima de Niall. Pero Emma y Liam no se movieron, estaban muy distantes mutuamente, casi ni se hablaban. Estuvimos como una hora y media en el coche, hasta que paramos. Los chicos bajaron primero, y después nosotras, estábamos en un camping, sólo con 4 bungalows. Uno para cada pareja, sí, Louis y Zayn siempre dormian juntos.
-Nos repartiremos así; Louis y Zayn, Alice y Niall, Kath y Harry, y Emma y yo.-dijo Liam serio al decir las últimas palabras.
Todos asentimos con la cabeza y nos fuimos a instalar cada uno en su bungalow.
-Esto es gigante Niall. ¿Cómo os lo habéis hecho?
-Este camping es de unos amigos de Louis, fue fácil.-dijo sonriendo.
-Qué monos. Por cierto, tengo que hablar contigo de una cosa.
-A ver, dime.
-Emma y Liam... Están muy distantes entre ellos, ¿no lo notas?
-Sí, hace unos días que nos dimos cuenta con los chicos, pero ninguno nos hemos atrevido a hablar con Liam.
-Pues esta noche hablo yo con Emma. Decidido.
En ese momento me empezó a besar, pero me rugió la barriga y empezamos a reirnos.
-¿Tienes hambre?.-me preguntó.
-¿Tanto se me nota? JAJAJAJAJAJA. Si, tengo mucha hambre.
-¿Y qué te comerías?
-A tí. JOJOJO.
Le dí un beso, salimos fuera y entre los ocho montamos un picnic.
-¿Qué queréis hacer esta tarde?.-preguntó Zayn.
Cada uno dijo la suya. Que si bañarnos en el lago, que si cantar canciones... Un poco de todo. Pero los que no dijeron nada fueron Liam y Emma. Estuvieron callados hasta que dijeron que no querían hacer nada.
-Emma, después quiero hablar contigo.-le dije seria.
La tarde pasó entre baños en el lago, bailes, besos, fotos, tonterias... Hasta que cayó la noche. Los chicos prepararon la comida junto a Kath, mientras yo hablaba con Emma.
-Emma, ¿pasa algo con Liam? Os veo muy distantes...
-No nos pasa nada.
-¿Seguro?
Me miró y tenía los ojos humedecidos, estaba a punto de estallar a llorar.
-Eh, eh. Pero no llores... A ver, cuéntame. ¿Qué os pasa?
-No es él. Soy yo, Alice.
-¿Tú? A ver, cuéntame, que no me entero de la pelicula.
-Yo, pues, verás... Estoy embarazada.